En esta sección se destacan los hitos importantes que se consiguen con el tratamiento y la forma en que se supervisará tu respuesta al tratamiento. También se describen los diferentes niveles de respuesta al tratamiento que controlaréis tanto tú como el equipo sanitario. Una de las fuentes principales de este artículo es La Leucemia Mieloide Cronica cuyos autores son Elisabetta Abruzzese, Michele Baccarani, Felice Bombaci, Massimo Breccia, Fausto Castagnetti, Gabriele Gugliotta, Luigiana Luciano, Gianantonio Rosti, Fabio Stagno y Mario Tiribelli.
La remisión hematológica es la primera que comprueba el médico mediante un análisis de sangre.1 Cuando te diagnostiquen LMC, el número de leucocitos será elevado.1 Una respuesta hematológica significará que el hemograma completo habrá vuelto a la normalidad. El bazo también habrá vuelto a su tamaño normal si se había agrandado. Esta es la primera señal de que el tratamiento está funcionando.
La respuesta citogenética hace referencia a la proporción de células con el cromosoma Filadelfia que hay en la médula ósea.1 Para medirla, se analiza el nivel de cromosomas Filadelfia en metafase positiva.2 La metafase es una etapa en la que las células se dividen y donde los cromosomas duplicados se alinean en el centro de la célula.2 Después de esto, esta célula se divide en dos y da lugar al mismo número de cromosomas en cada célula.2 Conforme el tratamiento siga funcionando, se reducirá el número de células en metafase positivas para cromosoma Filadelfia en la médula ósea.
La respuesta molecular hace referencia el nivel de transcritos de la proteína BCR-ABL1 en la sangre, después de haber alcanzado una respuesta citogenética completa.2 La presencia de los transcritos de BCR-ABL1 significa que queda una pequeña cantidad de células con el cromosoma Filadelfia en el cuerpo.2 Esta cifra solo se puede detectar mediante PCR.2
En la lista que aparece a continuación se muestran los diferentes niveles de respuesta y sus definiciones.1,2
Remisión hematológica completa (RHC):
Respuesta citogenética completa
Respuesta citogenética parcial
Respuesta citogenética leve
Respuesta citogenética mínima
Sin respuesta citogenética
Respuesta molecular mayor
Respuesta molecular profunda: repuesta molecular4
Respuesta molecular profunda: respuesta molecular4,5
El tratamiento cuenta con tres objetivos principales:1
En la lista que se muestra a continuación se describen los hitos del tratamiento: fracaso, advertencia y respuesta óptima.1 La respuesta óptima significa que se debe continuar con el tratamiento, la advertencia implica que tu respuesta se monitorizará más estrechamente y el fallo quiere decir que hay que cambiar el tratamiento.1
Respuesta óptima
Advertencia
Fallo
Respuesta óptima
Advertencia
Fallo
Respuesta óptima
Advertencia
Fallo
Respuesta óptima
Advertencia
Fallo
Respuesta óptima
Advertencia
Fallo
Después del diagnóstico, se realizarán análisis de sangre para comprobar el número de células sanguíneas de cada tipo, llamados “hemogramas completos”, cada 15 días (o con más frecuencia) hasta que se consiga una remisión hematológica completa (RHC).1 Una vez que se haya alcanzado, se realizarán hemogramas completos cada 3 meses.1
Se deben realizar pruebas en la médula ósea para controlar el nivel de las metafases de los cromosomas Filadelfia tres y seis meses después del diagnóstico y, a continuación, cada seis meses hasta que se consiga una respuesta citogenética completa (RCC).1 Estas pruebas consisten en realizar biopsias o aspirados medulares. En estos procedimientos, se toma una pequeña muestra de hueso y/o médula ósea, normalmente del hueso ilíaco.2 Para hacerlo, se suele emplear una aguja ancha especial y anestesia local.2
La prueba de PCR que se usa para controlar el tratamiento se llama “reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa inversa cuantitativa” (abreviado PCR o qRT-PCR, por sus siglas en inglés).1 Esta prueba se usa para controlar el nivel de transcritos de BCR–ABL en la sangre. Lo recomendable es que la PCR se realice cada tres meses.1 Sin embargo, para aquellas personas que estén en remisión libre de tratamiento(TFR), se debe realizar cada cuatro o seis semanas durante el primer año en que se deje el tratamiento.1
La iFISH es una técnica que se emplea para identificar cambios en los genes y los cromosomas de la sangre.2 Esta prueba se usa únicamente si no se pueden analizar las células en metafase con cromosoma Filadelfia en la médula ósea o bien si se comprueba que son normales y no se puede evaluar la respuesta molecular.1
LMConline “La terapia della LMC”.Fecha de acceso y traducción: mayo de 2018.